Toda alimentación debe cumplir con las 4 leyes de la alimentación: Cantidad, calidad, armonía y adecuación.
Estas 4 leyes de la alimentación fueron creadas por el Dr. Pedro Escudero, conocido como el “padre de la nutrición”. El Dr. Escudero fue un médico argentino que influyó en la creación de la Licenciatura en Nutrición.
El mismo entendía al nutricionista como un profesional más dentro del cuerpo médico, pero también que sea un profesional con la capacidad de actuar de manera independiente del profesional médico, en el campo de la economía, educación y la política alimentaria.
Leyes de la alimentación
- Ley de la cantidad

“La cantidad de la alimentación debe ser suficiente para cubrir las exigencias del organismo y mantener el equilibrio de su balance”.
Como siempre menciono, la nutrición es individual y por eso cada organismo responde a diferentes exigencias nutricionales según el momento en el que se encuentre (cursando una enfermedad, embarazo, deporte, crecimiento), sexo, edad.
Es decir, por ejemplo, la cantidad que debería ingerir una mujer gestante no es la misma que un maratonista.
Por otro lado, es fundamental mantener el balance en la cantidad, ya que si esta no es adecuada puede ser perjudicial.
Si la cantidad ingerida es mayor que la recomendada el balance es EXCESIVO. En cambio, si se consume menos cantidad de la que se debiera el balance es INSUFICIENTE. Y, si la alimentación cumple con esta ley, se considera SUFICIENTE.
- Ley de la calidad:

“El régimen de alimentación debe ser completo en su composición para ofrecer al organismo, que es una unidad indivisible, todas las sustancias que lo integran”.
La ingesta de alimentos debe ser de calidad, ¿a qué me refiero con esto? Debemos elegir preferentemente alimentos naturales, orgánicos y sin ningún tipo de procesamiento, variar preparaciones y combinarlos, como así también, incluir frutas y verduras de todos los colores.
Como fuente de hidratos de carbono, debemos elegir, preferentemente, cereales integrales, legumbres de todo tipo (garbanzos, porotos, lentejas, etc), frutas, verduras, avena, cereales sin azúcar, entre otros. Como fuente de proteínas, legumbres, tofu, lácteos, huevo, carnes magras, pescados frescos y frutos secos. En cuanto a las grasas, se recomiendan aceites vírgenes, en crudo, frutos secos y semillas que además de aportar ácidos grasos esenciales, aportan minerales y vitaminas.
Recordar que aquellos alimentos envasados (Alimentos procesados y ultra procesados), intervenidos por la industria alimentaria, que contienen cantidades excesivas de conservantes, colorantes, grasas y azúcares, así como las comidas rápidas, deben ser de consumo ocasional.
Si la alimentación cumple con la ley de la calidad se considera COMPLETA. En su contrario, se considerará CARENTE.
- Ley de la armonía:

“Las cantidades de los diversos principios nutritivos que integran la alimentación deben guardar una relación de proporciones entre sí”.
En esta ley encontramos la distribución PROPORCIONAL de los macronutrientes de los cuales se componen los alimentos: hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Para considerarse como armónica una alimentación, se establece la siguiente distribución diaria: hidratos de carbono 50 – 60%, proteínas 15 – 20% o (0,75 gr/Kg/día) y grasas 25 – 30%.
Sin embargo, estas cantidades pueden variar, según la persona como dije en la primera ley. En deportistas, por ejemplo, se suelen considerar hasta 2 gr/Kg/día de proteínas, lo cual a veces coincide entre el 15 o el 20% recomendados y otras veces no.
Por ejemplo: Adulto normal, es decir, sin condición particular alguna, con requerimiento de 2000 Kcal/día, 70 Kg:
Macronutrientes | Distribución %/día | Kcal por día | Gramos (gr) |
Hidratos de carbono | 60% | 1.200 | 300 |
Proteínas | 15% | 300 | 75 |
Grasas | 25% | 500 | 55,6 |
Adulto maratonista, es decir, sin condición particular alguna, con requerimiento de 5.000 Kcal/día, 70 Kg:
Macronutrientes | Distribución %/día | Kcal por día | Gramos (gr) |
Hidratos de carbono | 60% | 3.000 | 750 |
Proteínas | 11,2% | 560 | 140 |
Grasas | 28,8% | 1.440 | 160 |
- Ley de la adecuación


“La finalidad de la alimentación está supeditada a su adecuación al organismo”.
Encontramos dos palabras en la definición anterior las cuales agrupan las leyes anteriores, haciéndola a esta, quizás, la más importante.
La primera palabra es finalidad. Si la finalidad de la alimentación es conservar el estado de salud se debe adecuar a este objetivo. En cambio, en una persona enferma, el objetivo será el de mejorar su calidad de vida.
Para poder decir que un plan de alimentación es adecuado, este deberá responder a los gustos, tiempos del día de la persona, sus hábitos, afecciones y situación socioeconómica. Cuando menciono afecciones me refiero a alguna enfermedad o alergia alimentaria que se pueda tener. Por ejemplo, en caso de una persona celíaca se harán todas las indicaciones, recomendaciones y evaluaciones teniendo en cuenta esta enfermedad.
Conclusión
Las cuatro leyes se complementan entre sí haciendo una alimentación SUFICIENTE, COMPLETA y ADECUADA en CANTIDAD y CALIDAD.
El incumplimiento de alguna de las leyes lleva, inevitablemente, al incumplimiento de las otras. Por ejemplo, si habitualmente tenemos poco tiempo en el día para sentarnos a almorzar, a lo mejor, esto puede llevar a comer menos o recurrir a alimentos fáciles de consumir como lo son empanadas, sándwiches o algún yogur, y sin querer las leyes de la armonía, calidad y cantidad se rompen.
La consulta con un/a nutricionista o dietista nos ayuda a organizar nuestra alimentación y poder hacer de ella una alimentación adecuada.